Los sabores y colores de la mayoría de las elaboraciones empíricas en la cocina salvadoreña, reflejan los gustos alimentarios populares y el aprovechamiento de una multiplicidad de ingredientes de origen natural o tratados de forma autóctona. Esta es una riqueza que nos pertenece y nos identifica como salvadoreños y que de alguna forma nos enlaza con la región. En las ollas humeantes de las hornillas de barro y en las estufas de aluminio vertemos nuestra identidad, nuestra percepción de la naturaleza, nuestra unidad y diversificación como nación, y expresamos un arte silencioso que es legado de los nativos cuscatlecos.
La identidad de una nación está ligada a la experiencia, y así como la identidad social, la identidad culinaria salvadoreña ha avanzado de forma experiencial hasta el punto de prevalecer en la mayoría de hogares y de representarnos con gran dignificación ante los sabores de otras naciones. Sin embargo, en este momento en el que debería florecer la comida cuscatleca como fuente rígida y primaria de identidad, el fenómeno expansionista de las multinacionales de rubro restaurantero la ha relegado a secundar el extrangerismo.
El arte culinario salvadoreño
El Salvador ha dotado al mundo de famosos e ilustres cocineros, que en esta era en la que los ‘chefs’ hemos suplantado a los grandes pensadores del pasado, como consecuencia de la era del entretenimiento, se han internacionalizado de forma fugaz dando a conocer la cultura gastronómica del país. En la industria restaurantera salvadoreña se encuentran genios silenciosos, que laboran entre cuchillos, parrillas y que con su gorros altos de cién dobleses nos deleitan, tanto en bruto como fino y delicado, con suculentos platillos.
En el país podríamos notar cuatro enfoques de la gastronomía profesional en los que se engloban los tipos de servicio, formalidades y protocolos que se practican a diario y que son parte de la cotidianidad salvadoreña.
+ La cocina institucional: es el tipo de servicio gastronómico que enfocado a suplir la alimentación del cuerpo laboral de empresas, organizaciones e instituciones. La producción de alimentos en este tipo de servicio es masificada, estable y rígida en cuanto a sabores, precios y varidad.
* La cocina a la carta: los restaurantes son los principales representantes de este tipo de servicio que está ideado a funcionar con estándares de protocolo, y que ofrece una variedad de tenedores (platillos por tiempo) llamado menú. Un ejemplo de ésto es: Menú de tres tenedores (platillo de entrada, plato fuerte y postre). En general, este servicio pertenece a las empresas privadas y proporciona el servicio de banquetes para los eventos sociales.
*La cocina artística: esta cocina se refleja exclusivamente en campeonatos culinarios, en los que se califican el sabor, la técnica culinaria utilizada y la presentación del platillo.
*La cocina industrial: en este tipo de servicio se encierran los procesos de fabricación de alimentos con fin distributivo por congelamiento, enlatado y empaquetado. Los productos deben cumplir con estándares internacionales y nacionales para la exportación y la comercialización interna.
Bibliografia
El arte culinario salvadoreño: talento y dedicación en la industria